7 de diciembre de 2012


Principales fuentes de autoestima de los niños


       Según las investigaciones realizadas por Susan Harter, la autoestima procede de dos fuentes principales: lo competentes que se consideran los niños en aspectos que para ellos son importantes, y cuánto apoyo social reciben de otras personas.
 
     Las principales fuentes de autoestima de los niños, por orden de mayor a menor importancia son las siguientes:
 
  1. Aceptación y apoyo de personas importantes. El factor más importante que hace que los niños tengan una alta autoestima tiene que ver con lo bien que se siente el niño con las personas que son importantes en su vida: en primer lugar los padres y compañeros y luego los amigos y profesores.  
  2. Aspecto físico. Al evaluarse a sí mismos, los niños consideraban la apariencia física como el área más importante y se juzgaron a sí mismos según lo atractivos que se consideraban. 
  3. En tercer lugar se encuentra la aceptación social.
  4. La competencia en el trabajo escolar, el comportamiento y la actividad atlética resultaron menos importantes. 
       La presencia de una de estas fuentes no compensa la falta de otra. Por ejemplo, aunque una niña piensa que es importante ser guapa y lista y que ella es ambas cosas, su autoestima puede verse dañada si no se siente aceptada por su familia u otras personas importantes en su vida. O bien, si se siente aceptada por sus amigos y familia, pero piensa que es muy importante el deporte y que no es buena en eso, su autoestima puede verse también dañada
 
      Entre los siete y ocho años, los niños interiorizan emociones complejas, que antes no sentían, como el orgullo y la vergüenza. El grado de orgullo y vergüenza que sienten de sí mismos influye también en la opinión que tienen de ellos mismos.

6 de diciembre de 2012


Cómo identificar a un niño con baja 

autoestima


      Hola chic@s, la entrada de hoy es un vídeo en el que la psicóloga Alicia Banderas nos explica cuál es el perfil de los niños con autoestima baja. 






    

5 de diciembre de 2012



Cómo fomentar la autoestima en el ámbito familiar 


        Dice un proverbio chino que “la vida de un niño es como un trozo de papel en el que todos los que pasan dejan una señal” y es así. Un niño aprende a creer en él si vive rodeado de personas que le acompañan y las experiencias positivas superan las inevitables negativas. Los niños con bajo rendimiento escolar tienen baja autoestima. Pero afortunadamente, la buena autoestima se puede aprender y se puede mejorar.

      Los padres son fundamentales en las señales de este “papel” y pueden fomentar una buena autoestima en nuestros hijos tomando como principio básico en toda relación padres-hijos la afectividad, el apoyo emocional, la aceptación incondicional y el respeto a ellos. Además, es importante si tu hijo tiene una baja autoestima considerar los siguientes aspectos:


  • No pidas perfección a tus hijos de forma constante y ten expectativas reales. Educar en la “perfección” o transmitir al niño que todo lo debe conseguir, es educar en la soberbia o crecer con la sobre-presión excesiva de que no puedo fallar a sus padres, lo cual genera gran culpa y ansiedad, aspectos contrarios a un alta autoestima.
  • Pon límites claros y se consecuente en la transmisión de reglas o normas. Los límites contienen emocionalmente a los niños y les ayudan a saber hacia dónde ir.
  • Educa en la responsabilidad; en la capacidad de asumir nuevos retos, nuevas tareas, por lo menos intentar las cosas antes de decidir abandonarlas.
  • Dale fuerza y valor a tu hijo con la repetición de frases como “creo en ti; se que puedes aunque te cueste mucho”. La confianza en uno mismo es la base de la autoestima pese al fracaso o error. Enseña a tus hijos que pueden ser lo que sueñen ser.
  • Transmite la idea a tu hijo de que sus Dificultades de aprendizaje no son errores o fracasos sin solución, sino “problemas” que debemos mejorar y habilidades que tenemos que aprender. Forma con tu hijo un equipo en el que unidos, venceréis. Los problemas forman parte de la vida pero se pueden resolver. No los podemos evitar.
  • Celebra lo positivo. Aprecia y elogia todos los logros y avances que consigan por encima del resultado. NO insistas en lo negativo o la dificultad. Centra tus energías en lo que puede mejorar y lograr. Si te programas para el fracaso (“no aprobará las mates nunca”, tu “deseo” se concederá porque has provocado que ocurra).
  • Si tu hijo se equivoca, no lo critiques ni le hagas sentirse mal por ello. Acepta que va a cometer errores pero limita las experiencias difíciles de tu hijo.
  • Ayuda a que tus hijos establezcan también metas realistas consigo mismos y se acepten tal como son sin por ello, caer en el desánimo o la sensación de que haga lo que haga, no va a lograr lo que se proponga. EL esfuerzo y la constancia pueden más que una gran inteligencia para el éxito en la vida. Los adultos lo sabemos bien por experiencia.
  • Ofrece a tu hijo oportunidades para que tenga éxito. Haz que participe en actividades en las que pueda sentirse bien y demostrar sus habilidades. Busca su “isla de competencia”, aquello que saber hacer bien. Todos los niños son buenos en algo.
  • Enseña a tu hijo a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida (los amigos, la naturaleza, el deporte…). La vida de un niño con problemas para aprender no debe centrarse en el colegio. Pero tú, como madre o padre, debes también saber disfrutar de los momentos de calidad con tu hijo en tu tiempo libre (un paseo, ir a la compra con él, jugar a las cartas, hablar con él..) y no relacionarte con él o valorarlo en función de su rendimiento escolar.
  • No compares a tu hijo con otros niños u otros hermanos, primos o familiares. Puede provocar que el niño sienta que no le quieren o que sus padres hubieran preferido que fuera como otro niño y no como es él. La presión por querer ser como otro y no poder conseguirlo puede provocar problemas de ansiedad o depresión.
  • Felicita, elogia a tu hijo siempre que haga algo bien y ante el error, debes recordarle que sí le salen las cosas o hablarle sobre cómo ha podido anteriormente hacer lo que se le pidió o lo que tenía que hacer a pesar de que al principio también pensó que no iba a poder.
  • NO olvides preguntarle e interesarte por sus problemas, por lo que siente y por lo que le pasa en la escuela o con sus amigos, profesores.
  • Se debe evitar criticar y gritar a los niños o niñas delante de otras personas y especialmente delante de sus compañeros y amigos.

     En definitiva, cree en él, acéptale tal como es, quiérelo de forma incondicional. Acompáñale en un camino difícil que ha de recorrer. Nadie es perfecto ni tiene que serlo.


4 de diciembre de 2012


              Cuento infantil sobre la autoestima

        
     Hola chic@s, hoy os voy a dejar un vídeo en el que se refleja la importancia de la autoestima. Se trata de un pequeño cuento que podemos usar para trabajar con los niños este concepto de forma más divertida.




3 de diciembre de 2012

Actividades que podemos plantear a los niños para favorecer su autoestima.

        Los objetivos que se trabajan para fomentar su autovalía serán los siguientes:

  • Desarrollar la habilidad para generar emociones positivas.
  • Facilitar una mejor autoconciencia de necesidades, habilidades, capacidades y limitaciones en el niño.
  • Motivarse a sí mismos evitando anticipar fracasos.
  • Valorarse a sí mismos, sintiéndose importantes.
  • Incrementar su autoestima y desarrollar sentimientos de seguridad.
  • Desarrollar su motivación hacia el aprendizaje.
  • Fomentar la asunción de responsabilidades.
  • Saber perseverar ante las dificultades.
  • Vencer temores e inhibiciones.
  • Fomentar un equilibrio emocional que contribuya a proteger la salud y bienestar del niño, expresar sus necesidades y pedir ayuda.


Actividad 1: Yo soy...

        Se pueden utilizar una cámara de fotos y cartulinas grandes. Se hará una foto a cada niño y se pegará en el centro de una cartulina. Sentados en círculo se irán comentando las características de cada uno, con la cartulina en el medio para que todos la vean. Se describirá el color de pelo, ojos, si es niño o niña, su simpatía, cualidades, etc. Las cartulinas se colocarán en una pared de la clase para que todos puedan mirarlas y observar lo positivo que tienen. El objetivo de esta actividad es tratar de que los niños vean que no existe otra persona igual que ellos, son únicos y sus compañeros y las personas que les quieren les aceptan tal y como son.

Actividad 2: Los que me quieren

      Cada niño traerá fotos de su familia y amigos. Cogerán la cartulina de la actividad 1 y pegarán estas fotos alrededor. En círculo, cada niño irá saliendo al centro y enseñará a los demás quienes son todas esas personas que les quieren, dirá qué actividades realizan juntos, por qué se lo pasa muy bien con esa persona, etc. Al finalizar la actividad los niños colgarán en un lugar visible el póster que han realizado. Cuando un niño sienta alguna emoción negativa a lo largo del curso podemos enseñarle su propio póster para que vea cuántas personas le quieren tal y como es, aunque no le salga todo a la primera.

Actividad 3: ¡Qué bien haces...!

        Los niños se sentarán en círculo. El adulto se sentará con ellos y les presentará a “Pepe”, su marioneta. Los niños le saludarán y “Pepe” les dirá que sabe hacer muchas cosas bien: saltará, dará una voltereta, pintará un dibujo, dará besos a los niños, etc... Cada vez que “Pepe” haga algo bien hecho le aplaudirán y le dirán “¡Qué bien haces......!”. A continuación se invitará a cada niño a expresar lo bien que realiza alguna actividad concreta, intentando pedir a cada uno de ellos alguna conducta que le salga muy bien y de la que pueda salir airoso. Conviene animar al grupo para que refuerce a cada niño esa habilidad especial, para que vea su reconocimiento en los demás. Para la realización de esta actividad se deben tener en cuenta las características de cada niño en particular. Previamente a la realización de esta actividad conviene conocer bien a los niños y haber observado, junto a la familia, los puntos fuertes de cada uno para proporcionarle durante la dinámica una situación que le garantice un éxito ante los demás.

Actividad 4: El espejito mágico

        El grupo estará en círculo y se irá pasando el espejo de un niño a otro. Cada niño dirá qué es lo que más le gusta de sí mismo y le pasará el espejo a su compañero para que diga otra cualidad. Si a un niño no se le ocurre nada se le animará diciendo que se mire en el espejo y que vea algo que tiene muy bonito, puede ser necesario irle dirigiendo por las distintas partes de su cuerpo para que se fije en cada una de ellas.

Actividad 5: Te voy a decir...

           Estando los niños en círculo, uno de ellos sale al centro, los demás le dirán cosas agradables sobre cualidades físicas (pelo, ojos, adornos, ropa,...) o acerca de las competencias personales (simpatía, cooperación, habilidades para ayudar, habilidades para hacer los trabajos del cole...). Cuando todos le hayan dicho algo positivo pasa el siguiente niño al centro del círculo. Cuando un niño no sepa qué elogio puede decir a un compañero, se le puede ayudar diciendo que se fije en sus ojos, pelo, si juega mucho con él, si está contento, etc. Es recomendable que esta actividad se generalice y se haga de forma habitual en el aula. Pueden reunirse todos los niños al terminar la clase, con ayuda del profesor, para hablar sobre cómo se han sentido y, a la vez, darse cuenta de cómo han hecho sentirse a los demás.